::.:::::...:.::.:: 15Nov04 :::..::....::: 23:10
elena sin miedo
Entra en el departamento como cada lunes, miércoles y viernes. Lo hace en silencio. Un breve saludo, en un tono bajito pero con una entonación que denota decisión en sus palabras (y en su carácter).
Es una de las 2 chicas de la limpieza que vienen 3 dias a la semana a limpiar la empresa. LLevan viniendo cerca de 3 meses, pero hasta ahora no sabíamos nada de ellas. Hasta hoy.
Hoy hemos sabido que una de ellas (la que siempre limpia nuestro despacho), se llama Elena (sin h", supongo). Es de Rumanía.
Parece bastante joven, unos 27. Es morena, piel blanca, rasgos rectilíneos pero no duros. Lleva 3 años en España. Habla un perfecto español, pero lo que más me sorprende es que apenas conserva acento nativo. Podría confundirse en una conversación con una española perfectamente. Ella lo achaca a que en su país era maestra y eso le facilita la comprensión gramatical y el aprendizaje de vocabulario.
Trabaja con papeles, pero aún así me pregunto: ¿cómo has de ver a su país un inmigrante para irse a otro desconocido sin papeles, sin conocer el idioma, sintiéndote prófugo, renunciando a su empleo original siendo mejor que el que aqui encuentran...?
Después de mantener una brevísima conversación con nosotros, vuelve al silencio, limpiando con la atención y eficacia de quien se ha visto en situaciones realmente apuradas y disfruta ahora con una posición mejor.
Aunque sea como mujer de la limpieza (uno de los trabajos más duros y menos reconocidos)."
Entra en el departamento como cada lunes, miércoles y viernes. Lo hace en silencio. Un breve saludo, en un tono bajito pero con una entonación que denota decisión en sus palabras (y en su carácter).
Es una de las 2 chicas de la limpieza que vienen 3 dias a la semana a limpiar la empresa. LLevan viniendo cerca de 3 meses, pero hasta ahora no sabíamos nada de ellas. Hasta hoy.
Hoy hemos sabido que una de ellas (la que siempre limpia nuestro despacho), se llama Elena (sin h", supongo). Es de Rumanía.
Parece bastante joven, unos 27. Es morena, piel blanca, rasgos rectilíneos pero no duros. Lleva 3 años en España. Habla un perfecto español, pero lo que más me sorprende es que apenas conserva acento nativo. Podría confundirse en una conversación con una española perfectamente. Ella lo achaca a que en su país era maestra y eso le facilita la comprensión gramatical y el aprendizaje de vocabulario.
Trabaja con papeles, pero aún así me pregunto: ¿cómo has de ver a su país un inmigrante para irse a otro desconocido sin papeles, sin conocer el idioma, sintiéndote prófugo, renunciando a su empleo original siendo mejor que el que aqui encuentran...?
Después de mantener una brevísima conversación con nosotros, vuelve al silencio, limpiando con la atención y eficacia de quien se ha visto en situaciones realmente apuradas y disfruta ahora con una posición mejor.
Aunque sea como mujer de la limpieza (uno de los trabajos más duros y menos reconocidos)."
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